En los países pobres y en desarrollo, el dolor sigue sin controlarse en gran medida. África es el continente con un nivel más bajo de consumo de analgésicos.
Mientras que la reforma de las políticas de cannabis cobra impulso en las Américas, Europa está quedándose a la zaga. Los Gobiernos nacionales persisten en negar los cambios del panorama normativo. Pero en el plano local, el desencanto con el actual régimen está propiciando el surgimiento de nuevas ideas.