Cuando todos esos expertos y dirigentes de la economía estaban callados, Susan George ya adelantó en su primer El Informe Lugano (Icaria), ¡en 2001!, la crisis que se avecinaba.
La pobreza es una cuestión estructural que requiere soluciones de fondo y que difícilmente se resuelva con modelos que aseguran una elevada concentración de la riqueza.