El Transnational Institute (TNI), desde su sede en los Países Bajos, lanza una nueva convocatoria abierta de propuestas (ensayos, artículos, infografías y proyectos artísticos) con el fin de elaborar su próxima edición del informe ‘Estado del poder’, que se publicará a fines de enero de 2019, coincidiendo con el Foro Económico Mundial en Davos. Para la edición de 2019, buscamos ensayos y colaboraciones artísticas accesibles que aborden la cuestión de las finanzas y el poder.
Ian Scoones, Jun Borras, Lyda Fernanda Forero, Ruth Hall, Marc Edelman, Wendy Wolford, Benjamin White
20 March 2018
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La religión, las dinámicas de género, el lugar y la identidad cultural: todos estos factores conforman el auge del populismo autoritario en las zonas rurales, junto con los intereses de clase y las desigualdades. La creación de alternativas que hagan frente a las fuerzas políticas reaccionarias no es sencilla.
Frente a las oscuras visiones apocalípticas que plantean ciertas voces frente al cambio climático, debemos reivindicar nuestra capacidad para incidir en el futuro y aprovechar esta ocasión crítica para cambiar de rumbo.
La lucha que lleva décadas librando el movimiento contra el Tren de Alta Velocidad (TAV) en el norte de Italia es fuente de inspiración para los movimientos ambientalistas y anticapitalistas de todo el mundo.
Desde la seguridad militar a la alimentaria, el discurso del miedo se filtra por las rendijas de la acción climática. ¿Qué implica dejar la planificación de la lucha contra el cambio climático en manos del complejo industrial-militar?
El Transnational Institute (TNI), desde su sede en los Países Bajos, lanza una nueva convocatoria abierta de propuestas (ensayos, artículos y proyectos de colaboración artística) con el fin de elaborar el próximo informe, que esta edición dedicará al tema del contrapoder.
Un grupo de 60 organizaciones, entre las cuales el TNI, expresa su preocupación por que la forma de tratar los suelos en las negociaciones sobre el clima, como sumideros de carbono, podría facilitar el acaparamiento de tierras y la expansión de un modelo agrícola industrial que impulsa la crisis climática.
La victoria del ‘no’ a la refrendación de los acuerdos de paz en Colombia puede leerse desde diferentes perspectivas, pero no debe ocultar la urgencia de iniciar un camino hacia la construcción de paz que anhela la mayoría del país.
El geocidio es la acción colectiva de una única especie, de entre millones de otras especies, que está cambiando el planeta Tierra hasta el punto de que puede volverse irreconocible e incapaz de albergar vida. Pero los seres humanos aún tenemos una oportunidad, explica Susan George.
El fin del conflicto armado en Colombia no se traducirá en una paz verdadera si no cambia el paradigma neoliberal y se aplican soluciones reales a los problemas ambientales y sociales del país.
Convertir el cambio climático en un problema de seguridad crea una doble injusticia. Quienes menos culpa tienen del cambio climático no solo son los que más sufren sus consecuencias, sino que, además, están siendo puestos en el punto de mira con las respuestas de seguridad a los impactos climáticos mismos.
A pesar de que la represión se está incrementando, las organizaciones continúan movilizadas en las diferentes regiones. Con el fin de hacer un poco más de presión sobre el gobierno, les pedimos que por favor apoyen firmando la carta desde sus organizaciones aquí.
Abogar por la multilateralidad en el ámbito de la alimentación y la nutrición ha sido una de las principales estrategias para hacer avanzar una agenda agrícola a favor de las corporaciones que se traduce en la desposesión de los pequeños agricultores.
La fuerte oposición social encabezada por Berta Cáceres evitó la construcción de una obra que supondría la destrucción de un ecosistema sagrado para el pueblo lenca y el desplazamiento de cientos de personas.
Solo veo el progreso —tecnológico, político, social, moral— como meta de la acción humana y, dado que el progreso no tiene ni voluntad ni dirección propias y depende completamente de lo que hacen o dejan de hacer las personas, no tiene satisfacciones ni insatisfacciones. Como jueces de la dirección que están tomando los asuntos humanos y el mundo, yo, y casi todas las personas que conozco, estamos muy insatisfechas con los efectos acumulativos de los cambios que se han producido en las últimas décadas.
El huracán Katrina marcó un hito al desenmascarar cómo los Estados democráticos empiezan a tratar las crisis sociales y ambientales como una cuestión de seguridad en vez de un asunto de justicia social. Esta visión de la ‘Seguridad Nacional’ domina ahora nuestra respuesta política a los efectos del cambio climático.
El equipo de Justicia Agraria del TNI reitera las graves consecuencias de los actuales marcos de gobernanza de los océanos, planteadas en repetidas ocasiones por movimientos sociales que representan a pueblos pescadores en la Cumbre Mundial de los Océanos.
Nosotras y nosotros, reunidos en la Asamblea de Movimientos Sociales, realizada en Tunis durante el Foro Social Mundial 2013, afirmamos el aporte fundamental de los pueblos del Magreb-Mashreck (desde la África del Norte hasta el Medio Oriente) en la construcción de la civilización humana.
Las compañías de finanzas y de petróleo no solo están entre las más ricas, sino que también comparten las mismas juntas y entre sus ejecutivos se encuentran algunas de las instituciones sociales y politicas más poderosas del mundo. He aquí una de las perspectivas de 'la clase de Davos'.