El ministro de Justicia de Colombia, Yesid Reyes Alvarado, reiteró la necesidad de adecuar a nivel global el enfoque en la lucha contra las drogas, propuesta que llevará un grupo de países ante la ONU en abril de 2016. "No se trata de desconocer las convenciones internacionales, sino de ajustar su interpretación reconociendo que en los últimos 40 años la lucha contra las drogas no ha funcionado como se esperaba", señaló el ministro. "Estamos muy cerca de la descriminalización del consumo de drogas."
El Mercosur valida la existencia de "todos los enfoques, inclusive los nuevos, fundamentados en evidencia científica" que puedan contribuir "a los desafíos surgidos en los últimos años" respecto a políticas antidrogas. Un documento enumera los puntos de convergencia de los Estados miembros en preparación hacia la Sesión Especial de la Asamblea General de Naciones Unidas sobre el problema mundial de las drogas en abril de 2016 (UNGASS 2016). El marco legal de las Convenciones de la ONU sobre drogas "es suficientemente amplio y flexible", por lo que "permite abordar las distintas experiencias nacionales".
Ministros de América Latina pidieron en la ONU en Nueva York que, en la sesión especial del organismo sobre el problema mundial de las drogas en 2016, se reconozca el enfoque alternativo de la región, que contempla abandonar la lucha frontal impulsada por Estados Unidos. Responsables de Colombia, México, Guatemala, Argentina, Uruguay y Ecuador, entre otros, llevaron la voz en un debate preparatorio en la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Desde la tribuna de la Organización de las Naciones Unidas, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, hizo un llamado a ajustar la estrategia internacional contra las drogas. Es necesario, dijo, una actuación decidida contra la delincuencia organizada, pero al mismo tiempo, atenderse las causas estructurales de la violencia y el crimen mediante estrategias de prevención que incluyan la participación de la sociedad. Propuso llevar a cabo un debate "sustantivo y abierto", tanto de las drogas como de los derechos humanos.
Colombia defendió en la ONU la necesidad de definir "nuevos enfoques" para luchar contra el problema de las drogas, ya que las políticas y las herramientas actuales son "inadecuadas e insuficientes". El ministro colombiano de Justicia, Yesid Reyes, propuso despenalizar el consumo de drogas y determinar medidas alternativas al encarcelamiento para delitos menores relacionados con este tema. (Véase también: Colombia pidió autonomía en política de drogas)
El ministro de Justicia, Yesid Reyes, pronunció ante la Comisión de Estupefacientes de Naciones Unidas un discurso en el que pidió girar hacia una política de drogas que esté centrada en los derechos de los consumidores y la prevención y la reducción de los riesgos y daños, que vea la solución penal como una excepción y que deje de medir sus resultados en drogas incautadas y control de producción. Se trata del discurso más reformista que se le haya escuchado de un gobierno colombiano. Hace parte de una estrategia para corregir el rumbo de la guerra contra las drogas y dejar de pensar en el ideal utópico de un mundo "libre de drogas".
Hubo poquísimas personas en la V Conferencia Latinoamericana sobre Política de Drogas que hablaran en defensa del sistema internacional de fiscalización de estupefacientes. Apenas uno, el representante para Centroamérica y el Caribe de la Oficina de la ONU para la Droga y el Delito (ONUDD), y le significó ser abucheado después de su discurso en el panel inaugural del evento que se realizó en San José, Costa Rica.
Declaración de Ann Fordham en nombre del Consorcio Internacional de Políticas sobre Drogas (IDPC) en la Asamblea Plenaria de CND sobre el punto 8: Preparativos para el examen de alto nivel de la aplicación por los Estados Miembros de la Declaración Política y Plan de Acción sobre cooperación internacional en favor de una estrategia integral y equilibrada para contrarrestar el problema mundial de las drogas.
La reunión de la Comisión de Estupefacciones de 2009 y su Segmento de Alto Nivel (político) fue un momento clave para transmitir y distribuir las conclusiones y recomendaciones del Foro de Barcelona celebrado el pasado mes de enero. El objetivo era lograr que un mayor número de funcionarios encargados de las políticas se diera cuenta de las dificultades que afrontan los cultivadores de plantas que han sido declaradas ilícitas.
Serie de informes elaborados por el Consorcio Internacional sobre Políticas de Drogas (IDPC) sobre la Comisión de Estupefacientes 2009 y su segmento de alto nivel, celebrados en Viena en marzo de 2009.
La última de las cuatro ‘mesas redondas’ del segmento de alto nivel de la Comisión de Estupefacientes se dedicó al amplio tema de la lucha contra el tráfico y la oferta de estupefacientes ilícitos y el desarrollo alternativo. El TNI había sido designado por el Comité de ONG de Viena para emitir una declaración sobre la cuestión del desarrollo alternativo (DA), por ser una de las pocas ONG con un largo historial en este terreno y haber participado activamente en la iniciativa 'Más allá de 2008', incluidas las negociaciones del foro de ONG celebrado en julio para alcanzar un consenso sobre el texto de un párrafo relativo al DA en la declaración final. Aquí van nuestras impresiones del acto.
En el momento en que dirigentes políticos de todo el mundo se dan cita esta semana en Viena para revisar la última década de fiscalización internacional de estupefacientes y establecer un marco para los próximos diez años con la firma de una declaración política, toda esperanza de avance o de un nuevo pragmatismo en los enfoques para abordar el problema mundial de las drogas se está desvaneciendo rápidamente.
Las noticias sobre el decepcionante contenido de la declaración política que se adoptará en el segmento de alto nivel del 52º período de sesiones de la Comisión de Estupefacientes (CND), que tendrá lugar la próxima semana en Viena, se está empezando a filtrar a los medios. Mientras tanto, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD) se prepara para reivindicar el éxito del fallido sistema internacional de control de drogas.
Mientras dirigentes políticos de todo el mundo se preparan para la reunión que se celebrará el 11 y 12 de marzo en Viena para revisar los diez años transcurridos desde la Sesión Especial de las Naciones Unidas (UNGASS) sobre drogas de 1998 y fijar un marco para la próxima década a través de una declaración política, hay ya indicios de que el consenso mundial sobre la fiscalización internacional de estupefacientes se está resquebrajando.
El director ejecutivo de ONUSIDA, Michel Sidibé, ha escrito una carta a los delegados que están negociando la declaración política que se aprobará durante el 52º período de sesiones de la Comisión de Estupefacientes (CND) de la ONU, que tendrá lugar entre el 11 y 12 de marzo de 2009 y se dedicará a revisar los logros alcanzados y los escollos encontrados en el camino hacia las metas y los objetivos fijados en la UNGASS de 1998.
La Comisión, reunida en su segunda reunión, en Bogota
La Comisión Latinoamericana sobre Drogas y Democracia presentó sus conclusiones en una conferencia de prensa en Rio de Janeiro, el día 11 de febrero. Creada por los ex-presidentes Fernando Henrique Cardoso (Brasil), César Gaviria (Colombia) y Ernesto Zedillo (México) e integrada por 17 personalidades independientes, la Comisión evaluó los límites y efectos indeseables de las políticas represivas de "guerra a las drogas" aplicadas en América Latina.
El director ejecutivo del Fondo Mundial de Lucha contra el SIDA, la Tuberculosis y la Malaria, Michel Kazatchkine, instó al presidente de la Comisión de Estupefacientes de la ONU (CND) a enviar un contundente mensaje al mundo con unos términos claros que insten al establecimiento de unos servicios integrales para la reducción de los daños.
Según informa el equipo HR2 de la IHRA, que trabaja sobre derechos humanos y reducción de los daños, el Relator Especial de las Naciones Unidas sobre la tortura, profesor Manfred Nowak, en su próximo informe al Consejo de los Derechos Humanos, insta a los Estados miembro de la ONU a adoptar un enfoque basado en derechos a la hora de abordar las políticas de drogas. El informe presentado para el 10º período de sesiones del Consejo llama la atención de los Estados miembro sobre las cuestiones de “los consumidores de estupefacientes en el contexto del sistema jurídico penal y las situaciones que se derivan de un acceso limitado a estupefacientes para curas paliativas”.
“No nos proponemos menos que garantizar la inclusión de la reducción de daños en la declaración política en virtud de la que los Estados miembro determinarán la política internacional sobre estupefacientes”, manifestó el ministro neerlandés de Cooperación al desarrollo, Bert Koenders, ante la conferencia de donantes para la reducción de daños que tuvo lugar en Amsterdam entre el 28 y 30 de enero de 2009. “Y haremos lo propio cuando, en 2010, el honor de presidir la junta ejecutiva de ONUSIDA recaiga sobre los Países Bajos. Pueden contar con ello.”
La lucha sobre la introducción de la reducción de daños en la declaración política de la revisión de la UNGASS ya ha saltado a los diarios. Según un informe de Reuters, Europa y los Estados Unidos están divididos por la política sobre drogas. “Los negociadores estadounidenses están intentando hacer aprobar programas de lucha contra las drogas que se promovieron durante la pasada administración Bush pero que ya no son defendidos por el presidente Barack Obama”, declararon a Reuters algunos participantes en las negociaciones de Viena.
La delegación estadounidense en Viena sigue bloqueando toda inclusión sobre reducción de daños en la nueva declaración política que se debe aprobar en marzo de 2009 en el segmento de alto nivel del 52º período de sesiones de la Comisión de Estupefacientes (CND). Tres miembros del Congreso estadounidense han escrito una carta a la nueva embajadora estadounidense ante la ONU, Susan Rice, para solicitar que se transmitan nuevas instrucciones a la delegación.