En el artículo "La legalización de las drogas", Andrés Oppenheimer, el influyente comentarista y analista sobre asuntos latinoamericanos de los diarios Miami Herald y El Nuevo Herald, explica que el debate sobre la regulación del cannabis "está ganando cada vez más adeptos en el centro del espectro político latinoamericano". Oppenheimer cita en su artículo a Kerlikowske, el zar antidroga de la Casa Blanca, quien afirma que el ejemplo de los Países Bajos demuestra que la relajación de las leyes sobre el cannabis aumenta el consumo y que el Gobierno neerlandés está dando marcha atrás en su estrategia. Estas afirmaciones se deben puntualizar.
Resultan alucinantes las tres razones invocadas por el llamado zar de las drogas de Estados Unidos, Gil Kerlikowske, para oponerse a cualquier forma de legalización, según la entrevista que concedió el domingo en El Tiempo.
El ayuntamiento de Copenhague está llevando adelante una propuesta para volver a descriminalizar el cannabis y ha creado un comité para estudiar la mejor forma de regular su oferta y distribución. La opción por la que se inclina consiste en una red de 30 o 40 establecimientos de cannabis, controlados por el consejo municipal, en los que los adultos podrían adquirir cannabis legalmente. Con 39 votos a favor y nueve en contra, el ayuntamiento de la ciudad decidió elaborar un esquema detallado de cómo se desplegaría el plan. Más adelante, la propuesta que resulte de ello aún deberá ser ratificada por el Parlamento danés, que ha bloqueado iniciativas parecidas en el pasado. Pero tras las elecciones nacionales que tuvieron lugar en septiembre de 2011, podría ser que, esta vez, el Parlamento apoye la medida de descriminalización.
La discusión sobre drogas que tendrá lugar en la Cumbre de las Américas no debería limitarse a constatar el fracaso y los costos de la prohibición. Debería también avanzar en la búsqueda de alternativas razonables. La “reducción del daño” es una experiencia positiva, pero es insuficiente pues se mantiene la prohibición frente a la producción y distribución.
La estrategia de reducción del daño es insuficiente, pues mantiene la ilegalidad de la producción y distribución, con lo cual perpetúa el problema de las mafias del narcotráfico. ¿Cuál es entonces la alternativa? Como lo aclaré en la anterior columna, la solución no es un mercado libre y sin controles de las sustancias psicoactivas, pues éstas son riesgosas. Vale la pena reiterarlo: nadie serio está hablando de que los adolescentes puedan comprar heroína en la tienda.
El proyecto piloto para crear dispensarios de hachís y marihuana administrados por el Estado en Copenhague ha recibido un fuerte revés después de que el Ministerio de Justicia rechazara la solicitud del consejo municipal para experimentar con la reglamentación del cannabis en la ciudad. En una carta dirigida al consejo, el ministro de Justicia, el socialdemócrata Morten Bødskov, señalaba que el Gobierno central no autorizaría el experimento, al considerar que regular el hachís y la marihuana incrementaría probablemente la disponibilidad y el consumo de estas sustancias, algo que también consideraba poco prudente teniendo en cuenta los diversos efectos secundarios con los que se ha relacionado el cannabis.
En lo que constituye el último desafío proveniente de América Latina ante la ortodoxia de la “guerra contra las drogas”, el 20 de junio de 2012 el gobierno uruguayo dio a conocer una propuesta que, de ser adoptada por el Poder Legislativo de ese país, crearía mercados legales y controlados para la venta de marihuana, como parte de una estrategia más amplia para mejorar la seguridad ciudadana y enfocar mayor atención en el consumo de drogas más duras. El mercado de esta sustancia se encontraría altamente regulado, con estrictos límites de edad y prohibición de consumo público.
El pasado 19 de junio, la asociación Ganjazz Art Club de Donostia, uno de los clubes sociales de cannabis más veteranos del estado español, recibió una visita que nadie habría imaginado hace unos años. Se trataba de un grupo de miembros del Parlamento Vasco en misión oficial. Su objetivo era conocer el funcionamiento de una de estas asociaciones de personas usuarias de cannabis que han proliferado en los últimos años.
El camino espinoso por el que ha transitado la propuesta normativa del Presidente, José Mujica, que buscalegalizar el consumo y expendio de marihuana en el país, atraviesa su peor momento; pues de acuerdo a los resultados de los más recientes sondeos de opinión, aplicados por las firmas Cifra e Interconsult, revelan que más del 60% de los uruguayos encuestados están en contra de dicho proyecto. Frente a la masiva negación por parte de los uruguayos, el Jefe de Estado se ha visto obligado a desistir y abandonar su propósito.
Uruguay puede convertirse pronto en el primer país en optar por un mercado de marihuana controlado y legalmente regulado por el Estado, tanto para fines médicos como recreativos, incluyendo el cultivo y la distribución. La valiente propuesta de Uruguay, dada a conocer el 20 de junio pasado, podría efectivamente convertirse en el gran paso histórico que muchos actores en todo el mundo han venido esperando respecto al estancamiento de las políticas sobre drogas. Tal como lo expresó acertadamente el Presidente uruguayo José Mujica: “Alguien tiene que ser el primero”.
Después de idas y venidas discursivas, el proyecto de ley de regulación del mercado de la marihuana avanza entre pedidos de encuestas, preguntas mal hechas y sondeos tergiversados. Una comisión ad hoc en la Secretaría Nacional de Drogas estudia recomendaciones de cara a la redacción del proyecto de ley que redactará el Gabinete de Seguridad.
El debate mundial por la reforma del cannabis parece tener un auge inusitado en la actualidad, y sorpresivamente es en la región de América Latina en donde parece que los vientos de cambio son más fuertes. ¿Dónde queda México en este panorama? Actualmente, hay 8 iniciativas de ley sobre la marihuana arrumbadas en los anales de distintas comisiones parlamentarias.
Jelsma es coordinador del programa drogas del Instituto Transnacional de Holanda y visitó Uruguay invitado por la Junta Nacional de Drogas (JND) para participar de los seminarios sobre el consumo de estupefacientes. Consultado por Subrayado, Jelsma dijo que la propuesta del gobierno de José Mujica de legalizar la marihuana a partir del control y suministro exclusivo del Estado, es "sensata", y explicó por qué.
"Con una fuerte regulación, como la que se propone, estoy seguro que Uruguay lo va a lograr, ya que tiene coraje. Además es un buen momento, el propicio para que prosperen este tipo de iniciativas", sostuvo Martín Jelsma acerca de la propuesta del gobierno de regularizar el consumo, producción y comercialización de la marihuana. Criticó las Naciones Unidas debido a la falta de transparencia que tienen sus discusiones "puertas adentro" acerca de la temática, y el "poco tacto" que demuestran estos organismos para "permitir" los cambios necesarios.
El holandés Martin Jelsma, magíster en Ciencias Políticas y coordinador del programa Drogas y Democracia del Instituto Trasnacional (TNI por sus siglas en inglés), dio ayer una charla en la sala Maggiolo de la Universidad de la República, invitado por la Junta Nacional de Drogas, como parte del ciclo “Políticas sobre drogas y regulación de mercados”, que según el secretario general de la Junta, Julio Calzada, apunta a “promover un debate informado” en torno a la problemática.
El experto internacional holandés Martín Johanes Jelsma, coordinador del Programa Drogas y Democracia del Transnational Institute (TNI), disertó este martes en la Universidad de la República (UdelaR) en el marco del siglo “Políticas sobre drogas y regulación de mercados” que organiza la Junta Nacional de Drogas (JND).
Impulsado por la Junta Nacional de Drogas y con el apoyo de la Universidad de la República, sigue desarrollándose el debate en torno a la regulación de la producción, la comercialización y el consumo de cannabis. Un debate absolutamente necesario para desmitificar la sustancia y poner los puntos sobre las íes acerca de sus efectos.
El especialista holandés Martin Jelsma sostiene que el fundamento de la prohibición del consumo de marihuana en las convenciones internacionales careció de base científica y agregó que ningún comité sanitario repetiría las recomendaciones prohibicionistas sobre el cannabis.
Martin Jelsma, lobista y director de un instituto dedicado al estudio de políticas de drogas, visitó Uruguay por tercera vez la semana pasada para asesorar al gobierno y a legisladores, y dar charlas sobre los mercados de marihuana.