Dos proyectos de integración se enfrentaron a lo largo de los últimos años en América Latina: uno de matriz compleja cuyos orígenes se pueden situar en la noción del desarrollismo y un segundo más preocupado por la globalización de la economía.
Los movimientos y organizaciones sociales que se han enfrentado al libre comercio y a la globalización neoliberal en el Cono Sur se encuentran ante el desafío que les impone el escenario de la integración regional.
La arremetida de las elites empresariales y de la oposición contra la política comercial de Bolivia con la UE fue tan sonada que parecía que el país hubiera anunciado el fin del comercio exterior. Sin embargo, la postura del Gobierno boliviano se basa en la experiencia; durante décadas, la mayoría de los ciudadanos ha pagado un precio demasiado alto por el libre comercio.