Un grupo de 60 organizaciones, entre las cuales el TNI, expresa su preocupación por que la forma de tratar los suelos en las negociaciones sobre el clima, como sumideros de carbono, podría facilitar el acaparamiento de tierras y la expansión de un modelo agrícola industrial que impulsa la crisis climática.
El geocidio es la acción colectiva de una única especie, de entre millones de otras especies, que está cambiando el planeta Tierra hasta el punto de que puede volverse irreconocible e incapaz de albergar vida. Pero los seres humanos aún tenemos una oportunidad, explica Susan George.
Convertir el cambio climático en un problema de seguridad crea una doble injusticia. Quienes menos culpa tienen del cambio climático no solo son los que más sufren sus consecuencias, sino que, además, están siendo puestos en el punto de mira con las respuestas de seguridad a los impactos climáticos mismos.
A pesar de que la represión se está incrementando, las organizaciones continúan movilizadas en las diferentes regiones. Con el fin de hacer un poco más de presión sobre el gobierno, les pedimos que por favor apoyen firmando la carta desde sus organizaciones aquí.
La fuerte oposición social encabezada por Berta Cáceres evitó la construcción de una obra que supondría la destrucción de un ecosistema sagrado para el pueblo lenca y el desplazamiento de cientos de personas.
Solo veo el progreso —tecnológico, político, social, moral— como meta de la acción humana y, dado que el progreso no tiene ni voluntad ni dirección propias y depende completamente de lo que hacen o dejan de hacer las personas, no tiene satisfacciones ni insatisfacciones. Como jueces de la dirección que están tomando los asuntos humanos y el mundo, yo, y casi todas las personas que conozco, estamos muy insatisfechas con los efectos acumulativos de los cambios que se han producido en las últimas décadas.
El huracán Katrina marcó un hito al desenmascarar cómo los Estados democráticos empiezan a tratar las crisis sociales y ambientales como una cuestión de seguridad en vez de un asunto de justicia social. Esta visión de la ‘Seguridad Nacional’ domina ahora nuestra respuesta política a los efectos del cambio climático.
Nosotras y nosotros, reunidos en la Asamblea de Movimientos Sociales, realizada en Tunis durante el Foro Social Mundial 2013, afirmamos el aporte fundamental de los pueblos del Magreb-Mashreck (desde la África del Norte hasta el Medio Oriente) en la construcción de la civilización humana.
Las compañías de finanzas y de petróleo no solo están entre las más ricas, sino que también comparten las mismas juntas y entre sus ejecutivos se encuentran algunas de las instituciones sociales y politicas más poderosas del mundo. He aquí una de las perspectivas de 'la clase de Davos'.
La Cumbre de los Pueblos realizada en Santiago de Chile se centra en temas relacionados con la Justicia Social, solidaridad internacional y defensa de los Bienes Comunes. La Cumbre fue organizada en paralelo a las Cumbre oficial entre los gobiernos de la UE y la CELAC, donde las condiciones para las Inversiones regionales dominan la agenda.
Debemos cuestionar a las industrias de la seguridadque están floreciendo con el miedo que genera la inacción de nuestros Gobiernos frente al cambio climático.
Estamos asistiendo a una profundización demencial del paradigma capitalista y de su ámbito de dominio que ha desplazado sin pena ni pestañeo el concepto de sustentabilidad para usarlo en el campo de las finanzas.
En la apuesta por la energía nuclear la humanidad se parece a la mariposa que revolotea alrededor de la llama. Al menor descuido se le queman las alas.
Límites al crecimiento económico dentro de un modelo de desarrollo sostenible. Consideraciones a partir del VIII Foro internacional de Greenaccord sobre la protección de la Naturaleza, en Cuneo, Italia.
El FSE de este año en Estambul ha unido a los movimientos sociales de todo el continente en un llamamiento por una transición social y ambientalmente justa.
La confluencia de crisis que estamos viviendo es fruto de una ideología neoliberal que enriquece a unos cuantos y empobrece a la mayoría. ¿Las soluciones? No faltan.
Desde el derrame de petróleo en el Golfo de México hasta los ultrajes contra inmigrantes en Arizona, el gobierno estadounidense parece sumido en una constante emergencia.