Este informe revela que los estados miembros de la Unión Europea y el Espacio Schengen han alzado cerca de 1.000 km de muros, lo equivalente a más de seis Muros de Berlín, desde los años 90, con el objetivo de frenar la migración de personas desplazadas por la fuerza a Europa. Estos muros físicos van acompañados de los aún más largos “muros marítimos”, operaciones navales patrullando el mar Mediterráneo, así como los “muros virtuales”, sistemas de control fronterizo que buscan parar a las personas que intentan entrar en Europa, incluso aquellas que están viajando por el continente, y controlar el movimiento general de la población.
El modelo capitalista y el militarismo –en particular el imperialismo de Estados Unidos– no son fuerzas paralelas, sino que están inextricablemente entrelazadas.