Los puntos débiles del sistema de fiscalización de estupefacientes de la ONU se han señalado en numerosas ocasiones; problemas relacionados con el funcionamiento de organismos clave como la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) y la Comisión de Estupefacientes (CND); con su interacción con el resto del sistema de la ONU (la Organización Mundial de la Salud, ONUSIDA, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo PNUD, etc.) y con el carácter obsoleto de numerosas disposiciones de los tratados.
El proceso de revisión de los objetivos y planes de acción acordados en la UNGASS de 1998 UNGASS sobre las drogas ha llegado a una fase crítica; tras el debate temático celebrado en la Comisión de Estupefacientes (CND) de 2008 y los cinco grupos de trabajo intergubernamentales reunidos durante el verano, la atención se desplaza ahora hacia el proceso político de negociar el texto de una declaración política que se aprobará en la reunión de alto nivel de marzo de 2009.
Un documento excepcional y oportuno de un investigador reconocido que lanza un desafío público al presidente Santos para formular desde Colombia una Hoja de Ruta que permita sacudir la camisa de fuerza institucional que mantiene el statu quo internacional y no deja avanzar hacia políticas más eficaces e inteligentes.