Las tensiones internacionales en torno a la decisión de Uruguay de regular el mercado del cannabis alcanzaron nuevas cotas cuando Raymond Yans, presidente de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), acusó al Gobierno uruguayo de negligencia con respecto a preocupaciones en materia de salud pública, de bloquear todo intento de diálogo y de mostrar una actitud "de piratas" frente a las convenciones de la ONU.
La Comisión de Estupefacientes de la ONU culminó con un compromiso decepcionante, basado en un proceso no inclusivo y que no refleja el consenso fracturado en el ámbito de las políticas de drogas.