El presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, planteó la necesidad de ser innovadores y progresistas en las estrategias que se ejecutan para contrarrestar los efectos negativos de las drogas, en el continente americano.
El pasado 6 de junio se reunieron en la ciudad de San José, los presidentes Luis Guillermo Solís de Costa Rica y Otto Pérez Molina en Guatemala. En la primera visita oficial de un presidente de la región al nuevo mandatario costarricense, ambos expresaron estar abiertos a promover el debate sobre las políticas de control de drogas, especialmente para la región centroamericana que en los últimos años ha visto un incremento del consumo y del tráfico.
Señor Presidente, Cancilleres y Jefes de Delegación, señor Secretario General, señoras y señores, en primer lugar queremos expresar nuestro sincero agradecimiento al Gobierno y al pueblo de Guatemala por la cálida acogida y fraterna hospitalidad que nos están brindando esta tierra hermana. Queremos también Sr Presidente, felicitar y agradecer la forma en la que Ud esta presidiendo esta Asamblea, movilizando nuestras discusiones de forma tal que se expresen las diferencias pero que las mismas, lejos de separarnos, nos enriquezcan y alimenten el consenso. Una intervención de liderazgo de vuestra parte, que aplaudimos, y agradecemos.
Para entender mejor el contexto en el que se produjeron los llamados del presidente guatemalteco para abrir un debate sobre un modelo diferente de regularización del mercado de drogas, invitamos a un experto de ese país a que nos diera su opinión sobre el tema.
Desde que ganó las elecciones en 2012, el presidente Pérez Molina ha estado impulsando un debate sobre la necesidad de modificar las políticas de drogas. Esta iniciativa arrancó a nivel internacional, en primera instancia en la región centroamericana, y luego en la Cumbre de las Américas, a través de la Organización de Estados Americanos (OEA), extendiéndose posteriormente a la ONU. Aunque se ha anunciado en varias ocasiones una revisión del marco legal nacional existente en materia de drogas, en el Congreso guatemalteco aún no se ha presentado ninguna propuesta para reformar la ley.