Para entender mejor el contexto en el que se produjeron los llamados del presidente guatemalteco para abrir un debate sobre un modelo diferente de regularización del mercado de drogas, invitamos a un experto de ese país a que nos diera su opinión sobre el tema.
La guerra contra las drogas ha fracasado. Pese a ello, y en el camino hacia un modelo que la sustituya, América latina continúa huérfana de una estrategia regional frente a la economía ilegal de las drogas. Por ahora prevalecen iniciativas aisladas, incoherentes, contradictorias, y sin apoyo notorio en la región, lo que facilita que los intereses de los Estados Unidos marquen el rumbo en la orientación política en marcha como en las acciones que se despliegan a todo nivel por el continente.
La cumbre centroamericana sobre "Nuevas rutas contra el narcotráfico", el sábado 24 de marzo en Guatemala, dio lugar a una división política en la región. El presidente de Guatemala Otto Pérez Molina hizo un llamado a favor de un debate abierto sobre la crisis de seguridad y las políticas para reducir la desenfrenada violencia vinculada al narcotráfico. Las políticas actuales han sido tan ineficaces que debemos poner en la mesa todas las opciones, incluso la “despenalización” de las drogas, dijo.
La región andina ha sido uno de los escenarios centrales de la “guerra contra la droga” cuyo énfasis principal son las medidas para controlar la oferta. Los esfuerzos respaldados por Estados Unidos para eliminar la oferta en la fuente — los cultivos de la planta de coca y la refinación de la cocaína — han sido un componente fundamental de esta larga guerra contra la droga, durante más de un cuarto de siglo.
En los últimos 30 años, América Latina aparece contradictoria frente a las drogas. Una propuesta como la liderada por Juan Manuel Santos y secundada por Felipe Calderón y Otto Pérez Molina, ha recibido el apoyo hemisférico para conducir un estudio sobre alternativas. A pesar de ser el escenario más duro de esta “guerra” y donde Colombia y México parecen ser los casos más agudos y violentos, surge sin embargo, la iniciativa de revisión.
El debate político sobre las drogas en América Latina está dando pasos notorios. Los cambios legislativos que están introduciendo varios de los países de la región revelan también una tendencia innegable a alejarse de la “guerra contra las drogas”. El informe, Un proceso en ciernes - Cambios en el debate sobre políticas de drogas en América Latina, explica los antecedentes de la apertura del debate sobre las políticas de drogas en la región, resume los aspectos más relevantes de las reformas a las leyes de drogas que actualmente cursan en algunos países y propone una serie de recomendaciones de políticas que podrían ayudar a avanzar el debate de manera productiva.
El debate global sobre políticas de drogas se está poniendo más interesante debido, en gran medida, a iniciativas que provienen de América Latina. El anuncio formulado el 20 de junio por el gobierno uruguayo de que propondrá legislación que cree un mercado legal y regulado para la marihuana, es sólo el último cuestionamiento a la manera en que hasta ahora se ha venido librando una “guerra contra las drogas”.
Señor Presidente, Cancilleres y Jefes de Delegación, señor Secretario General, señoras y señores, en primer lugar queremos expresar nuestro sincero agradecimiento al Gobierno y al pueblo de Guatemala por la cálida acogida y fraterna hospitalidad que nos están brindando esta tierra hermana. Queremos también Sr Presidente, felicitar y agradecer la forma en la que Ud esta presidiendo esta Asamblea, movilizando nuestras discusiones de forma tal que se expresen las diferencias pero que las mismas, lejos de separarnos, nos enriquezcan y alimenten el consenso. Una intervención de liderazgo de vuestra parte, que aplaudimos, y agradecemos.
El presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, planteó la necesidad de ser innovadores y progresistas en las estrategias que se ejecutan para contrarrestar los efectos negativos de las drogas, en el continente americano.