Los países latinoamericanos están mirando las lecciones de Europa en la lucha contra el abuso de drogas, después de que la política prohibicionista ha perdido eficiencia frente a la extendida violenta y costosa guerra contra las drogas liderada por Estados Unidos. Hasta hace poco, la mayoría de países de América Latina tenía normas de tolerancia cero en materia de drogas, inspirados en Estados Unidos.
Ahora que los votantes en los estados de Colorado y Washington han aprobado iniciativas para la legalización de la marihuana, la atención se ha volcado repentinamente hacia preguntas sobre la implementación de esta medida —y, en particular, hacia especulaciones sobre cómo podría reaccionar el gobierno federal. Ello es totalmente comprensible, pues no es un secreto que las recientemente aprobadas iniciativas estatales entran en conflicto con la ley federal.
Colorado y Washington regularizaron el mercado de marihuana y abrieron grandes desafíos para el presidente estadounidense Barack Obama, así como para los gobiernos de América Latina que hasta hoy lideraban la discusión sobre la legalización de la droga.