En América Latina es jurídicamente más grave contrabandear marihuana o cocaína a fin de que pueda ser vendida a alguien que quiere consumirla, que violar a una mujer o matar voluntariamente al vecino. Por ejemplo, en Bolivia, la pena máxima para tráfico de drogas es de 25 años, mientras que para el homicidio doloso, esto es, intencional, es de 20. Y en Colombia la pena máxima por tráfico es de 30 años, mientras que por violar a alguien es de 20 años.
Los Defensores públicos y Defensoras públicas de la Asociación Interamericana de Defensorías Públicas (AIDEF) América Latina y el Caribe, reunidos en Santo Domingo (República Dominicana) en el marco de la celebración de la reunión del Consejo Directivo de la AIDEF: (leer la Declaración)