Hace 50 años, el Transnational Institute (TNI) abrió sus puertas por primera vez en Ámsterdam. Bajo el liderazgo carismático de su director y fundador Eqbal Ahmad, el TNI surgió como un actor poco convencional en la escena internacional. El TNI se distinguió del ambiente enrarecido del mundo académico y pronto se convirtió en un centro efervescente para encuentros internacionales entre académicos y activistas, que estaban profundamente comprometidos con los movimientos por la emancipación de esa época. La afirmación de Eqbal de que esperaba “que nos conocieran por el trabajo que hacemos”, fue de algún modo subestimada. Medio siglo más tarde, estaría orgulloso del modo en que llevamos adelante su legado y el de sus sucesores.
En los comienzos, y gracias a la generosidad del filántropo Samuel Rubin, el TNI logró otorgar becas de investigación para apoyar a autores prometedores y comprometidos. En los siguientes 20 años, muchos de ellos influyeron en el curso de la historia y contribuyeron de manera significativa a la formación intelectual de la siguiente generación de académicos activistas. Entre los primeros académicos asociados se incluyen los ya fallecidos: Teodor Shanin (Rusia), Xavier Gorostiaga (Nicaragua), A. Sivanandan (Sri Lanka), Andre Gunder-Frank (Alemania), Fred Halliday (Irlanda), John Berger (Inglaterra), Tom Nairn (Escocia), Miguel Teubal (Argentina), Fouzi El-Asmar (Palestina), Zedna Tominova (República Checa), Ernst Utrecht (Indonesia), Michael Manley (Jamaica), Luzviminda Francisco (Filipinas), Jitendra Mohan (India), Hamza Alvi (Pakistán), Fayçal Yachir (Argelia), Paresh Chattopadhyay (Bangladesh) y muchos y muchas más que aún están con nosotros.
Si bien el contexto ha cambiado, el TNI ha apoyado sistemáticamente las luchas por la democracia y contra el colonialismo, las dictaduras y el apartheid –desde Chile en la década de 1970, hasta Myanmar y Palestina hoy en día; por la paz y contra las armas nucleares y el militarismo –desde las amenazas en el auge de la Guerra Fría hasta el estado de guerra permanente en el que vivimos; y en apoyo al socialismo y contra un orden económico internacional que desfavorece al Sur y una ideología neoliberal que procura crear las condiciones óptimas para maximizar el lucro empresarial a expensas de las personas y el medio ambiente, todos hilos conductores a lo largo de la historia del TNI.
Vivimos un momento de gran agitación. Estamos siendo testigos de la destrucción salvaje del pueblo palestino por parte de las fuerzas israelíes y la amenaza de regionalización de esa guerra, que se suma a las cifras récord de refugiados de guerras y conflictos en todo el mundo; los niveles obscenos de desigualdad y monopolización empresarial; y una crisis ambiental que amenaza nuestra existencia. Todo ello probablemente se verá exacerbado por las disputas geopolíticas para asegurar recursos estratégicos, el colonialismo verde para generar crecimiento económico y la competencia por el liderazgo respecto de las nuevas tecnologías y mercados (digitales). El descontento social se está manifestando en un giro hacia la extrema derecha, como se puede observar en los devastadores resultados de las últimas elecciones en Argentina y los Países Bajos. En esta época tan lúgubre, el TNI se ha fijado el reto de desarrollar una visión clara y propuestas viables que puedan captar la imaginación del público, y por las que cada vez más personas estén dispuestas a luchar. Como dijo el académico y autor del TNI John Berger “La esperanza no es una forma de garantía, es una forma de energía y, muy frecuentemente, esa energía se fortalece en las peores circunstancias”.
El personal del TNI se comunica a diario con sus aliados de todo el mundo para elaborar planes conjuntos e intercambiar análisis, conexiones y acceso a políticas internacionales para los movimientos sociales a fin de desafiar el poder arraigado y buscar alternativas significativas. Nuestra historia de solidaridad y construcción de coaliciones, junto con los conocimientos especializados que hemos generado sobre una serie de temas pertinentes, nos ha posicionado como un socio respetado y fiable en muchas confluencias de movimientos sociales.
Durante más de la mitad de la historia del TNI, su labor sobre Drogas y Democracia ha tenido una gran influencia en la elaboración de políticas sobre drogas y ha reunido a productores de cultivos prohibidos de todo el mundo.
Nuestros esfuerzos contra el poder y la impunidad de las empresas han logrado detener tratados comerciales y han impulsado un proceso a nivel de las Naciones Unidas para lograr un marco normativo internacional que regule a las empresas transnacionales. Durante 20 años, hemos contribuido a catalizar y vincular a movimientos que trabajan para reivindicar y democratizar los servicios públicos a través de relaciones comunitarias y, más recientemente, hemos defendido vías públicas para transiciones energéticas.
El TNI sigue estando enraizado en los movimientos internacionales contra la guerra, lo cual se ve reflejado en nuestra investigación sobre el militarismo, en la que se expone a la industria de seguridad fronteriza y de vigilancia. Trazamos vínculos entre la seguritización y otros temas, desde las políticas sobre drogas hasta el cambio climático, instando a la adopción de enfoques más justos y equitativos.
Apoyamos a productores de alimentos de pequeña escala para que defiendan sus derechos a la tierra y los recursos, promoviendo la agroecología para lograr soberanía alimentaria, sistemas alimentarios sostenibles y abordar la crisis climática.
En 2024, en el TNI celebramos medio siglo de vida honrando a nuestros predecesores, mostrando y reflexionando sobre nuestra historia de un modo que nos permita extraer lecciones para abordar los retos actuales.
Afectuosamente,
Fiona Dove
Directora Ejecutiva del Transnational Institute
