La organización de la democracia energética frente a la austeridad Soulardarity, Highland Park, Michigan
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En 2012, la ciudadanía de Highland Park, en Michigan, se reunió para fundar Soulardarity y promover la democracia energética y un desarrollo equitativo. Desde que se creó, Soulardarity ha instalado siete farolas solares y desplegado tecnología solar por un importe de más de 30 000 dólares en Highland Park y las comunidades circundantes. El grupo ha organizado también la promoción, a nivel municipal y estatal, de la regulación, legislación y el fomento del liderazgo político local que apoye la propiedad comunitaria, la transparencia y la responsabilidad ambiental.
Soulardarity defiende también la gestión energética de la propiedad comunitaria (COPA, por sus siglas en inglés), en el marco del llamamiento a favor de un Nuevo Pacto Verde que aborde el cambio climático, la desigualdad económica y la injusticia racial.
La historia de Highland Park
Highland Park es una ciudad de ocho kilómetros cuadrados dentro de la metrópoli más amplia de Detroit. Fundada a principios del siglo pasado, es conocida principalmente por el magnate automovilístico Henry Ford y la planta donde se fabricaba el modelo T, ubicada en el lugar con anterioridad. Fue también la sede mundial de otra empresa automovilística de alto perfil, Chrysler. Menos conocida es su historia como centro de actividad supremacista blanca en la década de 1930, propiciada por las iniciativas racistas y antisemitas del propio Ford para crear una ciudad empresarial de supremacía blanca.
En el transcurso del siglo XX, la demografía de la ciudad pasó de caracterizarse por una mayoría blanca a mayoría negra y, durante un breve período, Highland Park fue un centro de prosperidad para la comunidad negra. Sin embargo, la pérdida de Ford primero y, más tarde, de Chrysler provocó una gran recesión demográfica y económica. A principios del siglo XXI, Highland Park era una de muchas ciudades de mayoría negra de Michigan que luchaba contra la austeridad, las prácticas antidemocráticas desplegadas por el estado ―como la gestión de las emergencias― y la pérdida del control público de los principales activos, como el abastecimiento de agua y el sistema educativo público.
En 2011, DTE Energy, el monopolio de inversión privada que controla la infraestructura energética del sureste de Michigan, procedió a una ejecución forzosa y se hizo con la propiedad de más de 1000 farolas en Highland Park, para aliviar una deuda de cuatro millones de dólares en concepto de facturas eléctricas sin pagar acumuladas a lo largo de muchos años. Para poner esto en contexto, la deuda de la ciudad con la empresa era notablemente menor que la remuneración de aquel año del director general de DTE, Gerard Anderson: 5,4 millones de dólares
A pesar de que este fue solo uno de la larga serie de ataques atroces contra la ciudadanía de Highland Park, la ejecución forzosa fue un hecho que se conoció públicamente y proporcionó un terreno fértil para la organización de la comunidad. Fue en este marco en el que nació Soulardarity.
La ejecución forzosa dio lugar a que las personas residentes en Highland Park consiguiesen sus propias farolas solares. Pero obligó también a la comunidad a examinar el tema más profundo de cómo DTE ha tratado a los residentes. Una encuesta realizada por Soulardarity en 2017 entre 70 hogares de Highland Park mostró que casi la mitad de las personas encuestadas tenía dificultades para pagar la factura de la luz. Una cuarta parte de las personas encuestadas había sufrido cortes de luz o gas, la mayoría de ellas durante los fríos meses invernales de Michigan. No obstante, DTE ha propuesto aún mayores subidas de precios para generar un dinero que destina principalmente a mantener sus actuales centrales de carbón, construir nuevas instalaciones de combustibles fósiles y pagar cantidades millonarias a sus directores generales.
La propiedad colectiva para desbaratar el racismo y el capitalismo
La supremacía blanca y el capitalismo son las causas entrelazadas que provocan los impactos que se sienten sobre el terreno. El fomento del liderazgo y la educación en las comunidades negras y obreras son cruciales para construir poder y restaurar la democracia y la autodeterminación donde estas se hayan eliminado.
El monopolio de servicio de inversión privada utiliza directamente el poder del Estado y del sistema jurídico para garantizar sus beneficios. Sin embargo, hay pruebas claras de que, en la actualidad, las luchas locales de base para conseguir la propiedad colectiva pueden desbaratar estos sistemas y generar un cambio estructural. Por ejemplo, la gran empresa de servicios de inversión privada Xcel Energy anunció recientemente su transición hacia una energía 100 % limpia, gracias principalmente a los esfuerzos de municipalización de comunidades y políticos progresistas en Colorado (Boulder y Colorado Pueblo) y Minnesota (Minneapolis) para voler a someter los servicios energéticos al control público local.
DTE Energy: una empresa antidemocrática y con ánimo de lucro
En sintonía con el contexto más general de austeridad, infraestructuras fallidas y políticas no democráticas, DTE Energy ha hecho un uso sistemático de su capital social, político y económico para luchar contra todos los esfuerzos orientados hacia la propiedad local de energía limpia. Como aspirante habitual a mayor financiador político del estado, DTE utiliza una combinación de aportaciones de fondos y grupos subsidiarios de presión para combatir la legislación que apoye la energía renovable.
Las solicitudes presentadas por DTE ante la Comisión de Servicio Público de Michigan en 2018 indican un deseo de reemplazar las viejas instalaciones de carbón por plantas de gas metano, reducir los pagos a los productores de energía solar que no pertenezcan a la empresa y utilizar el dinero del contribuyente para financiar las inversiones en oleoductos de gas. Finalmente, DTE Energy utiliza la filantropía estratégica y su condición de monopolio para ejercer poder sobre los gobiernos locales cuando se promueven proyectos de infraestructura de todo tamaño y escala.
Pese a este ambiente regresivo y poco amistoso, hay importantes oportunidades para la energía limpia en el estado. Una coalición de ciudades en el sudeste de Michigan ―que incluye el área metropolitana de Detroit― luchó con éxito para mejorar los precios de la iluminación viaria por LED, y la nueva ola regresiva de incremento de precios por parte de DTE Energy crea las condiciones para construir los movimientos que faciliten la propiedad pública y cooperativa de la producción energética.
Soulardarity: la construcción de la democracia energética en Highland Park
El objetivo de Soulardarity es construir la democracia energética en Highland Park y las comunidades colindantes mediante la educación, la organización y el desarrollo de infraestructura energética.
Soulardarity es una organización democrática de afiliados gobernada por la comunidad. Nuestra junta de nueve miembros es elegida por las personas afiliadas y requiere que la mayoría de los miembros sean de Highland Park. Esta estructura democrática no es solo fundamental para el proyecto, sino también se reafirma críticamente mediante una cultura de liderazgo y visión por parte de las personas afiliadas. Cualquier programa o proyecto de Soulardarity se desarrolla e impulsa de acuerdo con las necesidades y prioridades de las personas afiliadas. Algunas áreas de nuestro programa principal incluyen::
• La campaña en Highland Park: Centrada inicialmente solo en la iluminación solar viaria, el equipo de Highland Park busca ahora que la ciudad sea un modelo de sostenibilidad y democracia a escala global. Esto entraña luchar por el cambio en las políticas locales y desarrollar la energía limpia. Nuestra propuesta para la iluminación solar viaria al gobierno de la ciudad se encuentra en www.ourpowerandlight.com. Pronto haremos público un programa para la democracia energética, un manual de acción y construcción de voluntad política entre la ciudad y sus residentes.
• PowerUp: Un programa para ampliar el acceso equitativo a la energía solar y construir la unidad económica mediante la compra al por mayor de iluminación solar, equipos energéticos de emergencia y otros productos. Desde 2016, hemos desplegado energía solar por un importe de 30 000 dólares en la zona de Highland Park y Detroit, e iniciado el proceso de creación de una cooperativa energética que sea propiedad de sus miembros.
• Educación en materia de energía: Realizamos formación continua con la comunidad, los aliados del movimiento y nuestros miembros sobre una gran variedad de temas, desde lo más básico de la gestión doméstica de la energía y el ahorro de costes a la historia política y económica del sistema de las entidades de servicio público, y desde temas energéticos locales a los del Estado.
• DTE: ¡Trabaja para mí! Una campaña que desafía la autoridad pública y el derecho jurídico del monopolio local de servicio de inversión privada, DTE Energy, con respecto a los incrementos de precio, el mal servicio, las prácticas racistas y la inversión en energía sucia. Esta campaña incluye actividades de organización comunitaria, generación de redes e intervención jurídica ante la Comisión de Servicio Público.
• Afiliación y gobernanza: Promovemos la profundización de la democracia, el desarrollo de liderazgo, la autogestión comunitaria y la toma de decisiones colectiva como pasos críticos para el éxito de nuestra misión conjunta.
Por un gestión energética de propiedad comunitaria
En el marco del llamamiento a favor de un Nuevo Pacto Verde para abordar el cambio climático, la desigualdad económica y la injusticia racial, Soularidarity defiende que se aplique un modelo como el propuesto por el programa Gestión Energética de Propiedad Comunitaria (COPA, por sus siglas en inglés). Creemos que necesitamos una transformación del sistema energético que incluya nuevas redes renovables de propiedad democrática. Tal transformación no está exenta de precedentes.
En 1936, Roosevelt decretó la Administración de Electrificación Rural (REA, por sus siglas en inglés) como forma de arrancar esta iniciativa, proporcionando capital a largo plazo y mediante préstamos sin interés o a un interés bajo. En su origen, estos préstamos se ofrecieron a las entidades de servicio con ánimo de lucro, pero estas consideraron los proyectos REA no rentables y rechazaron los préstamos. Sin embargo, los agricultores y comunidades rurales sí que los solicitaron en masa, con el fin de poner en marcha cooperativas eléctricas, distritos que disfrutaban de energía pública y empresas municipales de servicio que dotaban a sus barrios de electricidad. Al cabo de una década de iniciar el programa, las zonas rurales pasaron de no tener o tener poca electricidad a disponer de más del 90 % de electrificación, estimulando el crecimiento más rápido de las economías rurales. Se devolvieron en su totalidad casi todos los préstamos y el coste final para el contribuyente fue bajo. La REA se considera ahora uno de los organismos de mayor éxito del New Deal.
El COPA es un programa de capacitación financiera y técnica similar a la primera REA del New Deal. El Gobierno proporcionaría una herramienta catalítica para un nuevo sistema energético, cuyo fin es el beneficio local y comunitario. Los municipios, condados, estados y naciones tribales soberanas podrían obtener la necesaria autoridad jurídica, junto con el acceso a un conjunto de mecanismos de financiación a largo plazo ―lo que incluye préstamos sin o de bajo interés, subvenciones y otros incentivos― que les permita poner término a los contratos con las entidades de servicio de inversión privada, volver a adquirir la red energética para crear un servicio público cooperativo o público e invertir en un sistema fuerte y renovable.
Los fondos podrían ser utilizados también por las empresas comunitarias de servicio para revitalizar las economías locales. En colaboración con los miembros de la comunidad, las entidades de servicio público podrían sobre la marcha forjar o impulsar proyectos de eficiencia energética, capacidad de recuperación de la red, energía solar y electrificación compartidas, y proporcionar precios energéticos accesibles, buenos empleos y acceso a iniciativas basadas en la comunidad.
Este enfoque podría incrementar también la participación por parte de la mano de obra organizada. Los sindicatos, históricamente, han postergado los avances en energía renovable, ya que las compañías de servicios y combustibles fósiles han tenido generalmente representación sindical, mientras que las compañías de energía renovable han tenido poca representación sindical hasta la fecha. La mayor sindicalización del sector público ―aproximadamente cinco veces mayor que la del sector privado― podría aumentar la confianza de los sindicatos de que una entidad de servicio público de propiedad pública podría conseguir acuerdos laborales con sueldos justos y buenas condiciones de trabajo en todos sus contratos y operaciones.
Conclusión
Soularidarity aspira a un mundo en el que prósperas comunidades locales se alimentan de energía limpia. Estas comunidades tendrán la autodeterminación de proteger los recursos naturales y el bienestar humano, y a este fin colaborarán. Es nuestra opinión de que todo esto podrá conseguirse si comunidades como Highland Park muestran el camino. Cualquier solución al racismo y al capitalismo deberá abordar también el problema del clima y viceversa. Creemos que nuestro trabajo aporta perspicacia y visión en esta intersección, tan crítica en este momento de la historia natural y humana.
Recursos
Recursos
soulardarity.com
ourpowerandlight.com
inthesetimes.com