La meta del gasto de 3,5% en la OTAN Insostenible a todas luces

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Este 2025 padece un problema de seguridad notorio que afecta a todo el planeta: la crisis climática. Las y los científicos que estudian el cambio climático advierten que estamos a punto de cruzar umbrales peligrosos que ponen en riesgo la habitabilidad del planeta para millones de personas. Hemos pasado consecutivamente por dos de los años más calurosos que se hayan registrado en la historia, incendios forestales sin precedentes y eventos climáticos extremos que se están volviendo cada vez más normales. Es casi seguro que en los próximos cinco años se supere el aumento de 1,5 grados Celsius en las temperaturas mundiales respecto a los niveles preindustriales. Sin embargo, en junio, la mayor alianza de “seguridad” del mundo, la OTAN, se reunirá en La Haya no para abordar esta crisis, sino para echar más petróleo al fuego.

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Sobre la meta del gasto de 3,5% en la otan

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Conclusiones principales

  • El compromiso que asumieron los países miembros de la OTAN de gastar 2% de su PIB ya generó un gran impacto climático debido al aumento del gasto militar y de las emisiones de gases de efecto invernadero. El gasto militar de la OTAN se disparó un 25%, al pasar de 1,177 billones de dólares en 2021 a 1,506 billones en 2024, mientras que la huella de carbono estimada correspondiente de las fuerzas armadas creció casi un 40%, de 196 millones de toneladas métricas de CO₂ equivalente (MtCO₂e) a 273 MtCO₂e. En 2024, los miembros europeos de la OTAN, junto con Canadá, tuvieron el mayor aumento del gasto en décadas (17,9%).
  • La nueva meta de gasto de la OTAN, del 3,5% del PIB de sus países, llevaría a un gasto militar total de 13,4 billones de dólares para 2030, un aumento de 2,6 billones de dólares por encima del gasto actual. Esta cantidad podría cubrir casi tres años del financiamiento climático necesario para los países en desarrollo, estimado en 1 billón de dólares anuales, o pagar por completo la adaptación de la red eléctrica mundial para alcanzar las cero emisiones netas en 2030.
  • La nueva meta de gasto de la OTAN del 3,5% también generaría 2.330 MtCO₂e en emisiones totales de carbono para 2030, casi la misma cantidad que las emisiones anuales combinadas de Brasil y Japón, lo que supone 692 MtCO₂e por encima de los niveles actuales. Además, anularía por completo la reducción anual necesaria de 134 MtCO₂e para alcanzar el objetivo de la UE de reducción de las emisiones en al menos un 55% para 2030 (en comparación con los niveles de 1990).
  • La priorización del gasto militar ya está debilitando los objetivos climáticos y ambientales de Europa. Está previsto que el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR), la mayor fuente de subvenciones de la UE para la transición ecológica, termine en 2026. Esto dejará un vacío importante en la financiación de la UE de al menos 180 000 millones de euros para el período 2024-2030, solo para mantener los niveles actuales de inversión, que ya son insuficientes.
  • En la última década, los miembros de la OTAN ni siquiera cumplieron las moderadas promesas de financiación climática que hicieron a los países más pobres, con un gasto 52 veces mayor en las fuerzas armadas que en la ayuda climática. Y la situación parece empeorar: entre 2023 y 2024, los estados miembros aumentaron la inversión militar un promedio de 14,8% mientras recortaron los presupuestos de ayuda un 7,3%. Dado que cerca de un tercio de la AOD se destina a la financiación climática, existe un alto riesgo de que esos recortes reduzcan el gasto en adaptación y mitigación del cambio climático. Los aumentos en inversión militar y más recortes a la ayuda previstos para 2025 sugieren que habrá más promesas incumplidas.
  • La meta de gasto de 3.5% de la OTAN podría desatar una peligrosa carrera armamentista si se convierte en la norma internacional. Por ejemplo, si China adoptara la misma meta, inmediatamente duplicaría su gasto militar hasta alcanzar los 646 000 millones de dólares, lo que repercutiría en las emisiones militares y la posible desviación de inversiones climáticas y sociales hacia fines bélicos.
  • Las empresas de armamentos son las grandes beneficiarias de la actual ola de militarización: los ingresos de las diez mayores empresas de armas de los países de la OTAN aumentaron un promedio de 7,79% entre 2023 y 2024.

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