Marruecos y el cannabis Reducción, contención o aceptación
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Este informe sobre políticas analiza si el objetivo de reducir el cultivo de cannabis es realista o beneficioso para Marruecos, qué significaría realmente para la principal zona de producción, el Rif — una de las regiones del país más pobres, con mayor densidad demográfica y con un medioambiente más frágil —, y qué implicaría para un desarrollo sostenible significativo. El informe presenta un breve contexto histórico, examina las últimas tendencias en el mercado del cannabis y destaca algunas de sus consecuencias ambientales y sociales, así como el debate reciente sobre la regulación en Marruecos y las políticas en Europa. Por último, plantea algunas reflexiones sobre posibles objetivos de desarrollo sostenible con respecto al cultivo de cannabis para el futuro.
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Marruecos se mantiene como el principal productor de resina de cannabis (hachís) del mundo. Durante los últimos 50 años, los productores de cannabis marroquíes han mostrado una notable resiliencia frente a los intentos del Gobierno para erradicar o reducir el cultivo, así como una importante capacidad para adaptarse a las circunstancias cambiantes del mercado internacional.
- Desde que Marruecos alcanzó la independencia, el Gobierno ha seguido una política de contención con respecto al cultivo de cannabis: no ha permitido que se inicie en nuevas zonas pero sí ha tolerado, tácitamente, que la producción se mantenga allí donde ya existía.
- El rápido aumento del cultivo ilícito de cannabis en el Rif durante las últimas décadas, acompañado de las prácticas deficientes de conservación de los suelos, ha perjudicado gravemente los bosques, ya amenazados, y los frágiles ecosistemas del Rif.
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El mercado no regulado del cannabis en Marruecos tiene consecuencias sociales negativas. Unos 48 000 productores han recibido órdenes de detención, lo cual es una fuente de corrupción y represión. Un proceso de amnistía y despenalización constituiría una medida eficaz para limitar las consecuencias sociales negativas y abrir el debate sobre la regulación.
- Los productores de cannabis de Marruecos deberían tener acceso a los emergentes mercados regulados de cannabis que están ganando terreno en todo el mundo. El desafío consiste en hallar un modelo de desarrollo sostenible que incluya el cultivo de cannabis en Marruecos, en lugar de excluirlo y de ignorar las realidades de más de 50 años de intentos fallidos para erradicar la única alternativa económica viable en la región.