Hacia la Democracia Energética Debates y conclusiones de un taller internacional
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¿Cómo recuperar el control ciudadano sobre el sector energético, revirtiendo el dominio del mercado y configurando alternativas progresistas y sustentables para generar, distribuir y usar la energía? ¿Cómo podría el concepto de democracia energética contribuir a hacer realidad sistemas de energía socialmente justos, con acceso universal, tarifas asequibles y puestos de trabajo dignos, con derechos sindicales y bien remunerados? Este informe resume las discusiones y los resultados de un taller internacional sobre la democracia energética realizado en Ámsterdam en febrero de 2016.
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Alrededor del mundo, la ciudadanía está recuperando el control sobre el sector de la energía, combatiendo la ley del mercado y reinventando nuevas formas de producir, distribuir y usar la energía. Esta nueva realidad se puede percibir en las nuevas formas de articulación en torno a principios que van desde el acceso a la energía a la justicia climática, pasando por la lucha contra las privatizaciones y los derechos de los trabajadores. Para muchos de los movimientos sociales implicados en las luchas en torno a la energía, el concepto de democracia energética está resultando ser cada vez más útil como un medio para aglutinar causas dispares pero claramente interrelacionadas en un discurso compartido, habilitando así la construcción de una agenda común.
La democracia energética no tiene una definición unívoca. Sin duda, el término evoca el anhelo de un control colectivo sobre el sector de la energía, en contraposición a las ideas neoliberales a favor de la comercialización, la individualización y el control empresarial privado. La democracia energética aspira a poner en manos de los usuarios y los trabajadores de la energía el poder sobre todos los aspectos del sector, desde la producción, la distribución y el suministro a la financiación, la tecnología y el conocimiento. Los movimientos sociales que están desplegando el concepto de democracia energética también reivindican un sistema de energía socialmente justo, entendido como un sistema de acceso universal, con precios justos y con puestos de trabajo dignos, sindicalizados y bien remunerados. Proponen un sistema de energía que funcione en el interés público y en el que primen los objetivos sociales y ambientales por encima del ánimo de lucro. Y persiguen una transición en las formas de generación de energía que de prioridad fundamental a las fuentes renovables.
Este informe presenta un resumen de los debates y las conclusiones de un taller internacional sobre la democracia energética que se realizó en Ámsterdam en febrero de 2016. El taller fue organizado por el Transnational Institute, en colaboración con Global Justice Now, la Oficina en Bruselas de la Fundación Rosa Luxemburg, Platform London, Switched on London, Berliner Energietisch, Alternative Information and Development Centre, la Internacional de Servicios Públicos (PSI-ISP) y la iniciativa Sindicatos por la Democracia Energética (TUED, por su sigla en inglés).